Todo Sobre el Real Decreto 724/2020: Convertirse en Traductor-Intérprete Jurado

En el mundo de las traducciones, la traducción jurada posee un lugar destacado debido a su relevancia legal y oficial. Pero, ¿qué requisitos debe cumplir alguien para ser considerado un traductor de esta envergadura en España? Nos sumergiremos en el Real Decreto 724/2020 para esclarecer todas tus dudas.

Introducción al Real Decreto 724/2020

Para establecer un marco, el Real Decreto 724/2020, de 4 de agosto, actúa como la normativa que regula cómo un profesional puede ostentar el título de Traductor-Intérprete Jurado en España. Además, este decreto esencial no solo establece los criterios para ser reconocido como tal sino que también indica cómo deben ser certificados los trabajos de traducción.

Real Decreto 724/2020, de 4 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento de la Oficina de Interpretación de Lenguas del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.

Profundizando en los requisitos

Convertirse en un traductor jurado demanda más que habilidades lingüísticas avanzadas. Este título viene con una serie de responsabilidades, y el Real Decreto establece un camino claro hacia su adquisición:

  1. Formación académica: No es simplemente saber otro idioma; es fundamental contar con una base sólida en áreas jurídicas y lingüísticas, adquirida a través de estudios universitarios o equivalentes.
  2. Exámenes oficiales: Estos tests no son triviales. Evalúan profundo conocimiento lingüístico, así como competencias en terminología legal y administrativa. Pasarlos es un testimonio del calibre profesional del traductor.
  3. Integridad moral y ética: Ser un traductor jurado implica manejar documentos confidenciales y de suma importancia. Es esencial mantener una conducta íntegra y ética, garantizando confidencialidad y veracidad en todo momento.

Más que una simple traducción: El sello y la certificación

Con el título en mano, el trabajo de un traductor jurado va más allá de convertir palabras de un idioma a otro:

  1. El sello: Es un elemento distintivo que toda traducción jurada debe llevar. Cada traductor jurado tiene un sello único, lo que facilita la autenticación y rastreo de las traducciones realizadas.
  2. La certificación: Adjunto a la traducción, este documento confirma la fidelidad y precisión de la misma en relación al texto original.

Reflexiones finales

El Real Decreto 724/2020 garantiza que solo aquellos verdaderamente capacitados puedan operar como Traductores-Intérpretes Jurados. Al solicitar una traducción jurada, asegúrate de que el profesional esté respaldado por esta normativa, garantizando calidad y confiabilidad en cada palabra traducida.





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